Bogotá se suma a la creciente lista de ciudades que cuentan con un servicio para alquilar monopatines eléctricos de uso compartido. La iniciativa llega de la mano de Grin, una empresa tecnológica mexicana que pone a disposición de los usuarios 150 monopatines distribuidos en 30 estaciones en el norte de la capital colombiana.
Para la entrada en el mercado bogotano, Grin se ha servido de una alianza estratégica con Rappi. De esta manera los usuarios pueden acceder a los monopatines para realizar viajes cortos de una estación a otra. Para ello necesitan instalar la app Grin Scooter o directamente en la de Rappi, lo que se traduce en una amplia base de usuarios.
Tecnología al servicio de la movilidad y el medio ambiente
Actualmente, Grin funciona en México y Brasil, su objetivo es alcanzar los 70.000 monopatines en las ciudades más importantes de la región en los próximos seis meses.
Sin embargo, a entrada a Colombia no ha sido fácil. Al principio sufrieron el decomiso por parte de las autoridades de algunos monopatines al no contar con permisos para funcionar en la ciudad. Para poder poner en funcionamiento los monopatines la empresa ha tenido que aclarar las inquietudes de las autoridades locales.
Otro de los obstáculos que han tenido que superar en Bogotá es la inseguridad. Según los datos arrojados en México y Brasil, el 90% de los monopatines terminan en las estaciones, pero continúa siendo un reto si tenemos en cuenta que los monopatines se encuentran expuestos durante el día.
En la capital colombiana han dispuesto de grupos de operarios en las estaciones quienes tiene la labor de ayudar a los usuarios a familiarizarse con el sistema, así como prevenir cualquier intento de hurto que se pueda presentar. De igual forma, los monopatines están asegurados contra todo riesgo y cuentan con un sistema de rastreo satelital con tecnología GPS.
Fácil de usar
El uso de los monopatines es muy sencillo ya que la empresa ofrece dos maneras de acceder al servicio ya sea a través de su app o de Rappi. El monopatín se activa utilizando un código QR que genera un cobro en la tarjeta de crédito del usuario de 1.500 pesos colombianos, a partir de ahí empieza a correr el tiempo hasta llegar a la otra estación. Cada minuto tiene un costo de 300 pesos.
El área de cobertura del servicio está limitado geográficamente al norte de la ciudad. Una de las ventajas que encuentran en Bogotá es la cantidad de ciclovías que existen y donde se puede transitar con el monopatín.