Cuando Antonio García Esquivel y Antonio García Varela fundaron CitySense en 2015, se imaginaron que estaban construyendo el “Waze para la contaminación”. Cuando notaron que Santiago estaba más abarrotado y lleno de humo, soñaron con cubrir la ciudad con sensores para medir la calidad del aire en tiempo real.
El sensor se ha desarrollado mucho más allá de ese sueño original, ahora mide la contaminación, el ruido, la temperatura, la humedad, el dióxido de carbono y otros factores. Incluso han expandido sus productos de IoT en cinco soluciones, que incluyen Airmob, Carmob y Datmob, que miden la calidad del aire, la seguridad del automóvil y la proximidad humana a un signo, respectivamente.
Actualmente, CitySense tiene más de 150 sensores en Santiago y espera alcanzar los 1.000 para junio de 2019. Mientras tanto, CitySense se está expandiendo a la Ciudad de México, donde planea instalar 1.500 monitores para fines de 2019.
Angel Ventures, Fondo Alerce y CLIN participaron en la ronda de US $1.7M que ayudará a CitySense a financiar su expansión mexicana a lo largo de 2019.