La red 5G es la próxima generación de telecomunicaciones. En la actualidad, no hay un estándar para ella y varios países y compañías están desarrollando sus prototipos.
Por el momento, Corea del Sur es el único país que cuenta con una red nacional 5G, la cual desplegó de la mano de los operadores locales KT, SK Telecom y LG UPlus. En Estados Unidos, la red ha comenzado a utilizarse de manera parcial en alguna ciudades.
5G en Latinoamérica enfrenta obstáculos
En América Latina, el despliegue de la red 5G enfrenta varios obstáculos. En el Foro Económico EU-LAC 2019, el Director de Políticas Públicas de la Asociación Interamericana de Empresas de Telecomunicaciones, ASIET Juan Jung mencionó algunos de ellos como son un promedio de ingresos por usuario (ARPU) con una tendencia negativa “mucho más baja que en los países más desarrollados, (por ejemplo, Estados Unidos, USD40)”. Los marcos de regulación obsoletos, las restricciones para despliegues de red, los altos precios del espectro radioeléctrico y la alta carga impositiva fueron otros de los impedimentos para que América Latina pueda hacer uso de esta red.
“La digitalización es la clave para que la productividad cambie”, comentó Juan Jung, pero se preguntó si el contexto actual está ayudando para que este proceso vaya más rápido en la región.
Para Juan Jung, la red 5G representa una gran oportunidad para el IoT y la Industria 4.0. El especialista enfatizó que “el futuro de América Latina depende en gran medida de la digitalización”. Sin embargo, la región se está quedando atrás en la digitalización, lo que podría significar un retroceso para Latinoamérica. Un estudio de McKinsey advierte que si la región no produce un aumento en la productividad, “el crecimiento del PIB para los próximos 15 años será del 40% al 50% de los 15 años anteriores” y este aumento solo se puede llevar a cabo con la innovación tecnológica.
La digitalización es la clave para que la productividad cambie
Juan Jung, director de ASIET
Jung señaló que “los operadores siguen invirtiendo en 4G, ya que primero deben rentabilizar estas inversiones”. A pesar de esto, las operadoras de algunos países latinoamericanos ya hacen pruebas para trabajar con la 5G, como lo hicieron Movistar y Ericsson en Argentina.
La 5G necesita espectro radioeléctrico
Una tarea pendiente en el continente es la licitación del espectro radioeléctrico de la 5G. En este rubro, México lleva la delantera. En este país ya se licitaron las frecuencias en las bandas de 3,4 GHz y 600 MHz. La GSMA, organización que reúne a más de 80 operadoras de telefonía móvil y 200 empresas relacionadas con el sector, estimó que México sería el primer país de la región con servicios comerciales de 5G de parte de Telcel y AT&T.
Brasil tiene previsto licitar el espectro radioeléctrico en marzo de 2020. Chile anunció que ya inició el proceso para licitar espectro en las bandas de 700 MHz y 3,5 GHz, mientras que en Perú esto se hará para 2020.
La licitación del espectro no es el único problema para que las empresas puedan ofrecer el servicio de 5G. Juan Jung considera que “Para que 5G represente un caso de éxito, necesitamos reformas políticas y fiscales”. El sector de telecomunicaciones es uno de los que más impuestos tiene en la región.
Juan Jung también hizo hincapié sobre la necesidad de una política fiscal neutral, donde todas las empresas paguen impuestos bajo las mismas reglas, de acuerdo con sus ventas y las ganancias que obtienen. También recomienda evitar los impuestos específicos o especiales. Por último, Jung menciona que se debe solucionar tanto el impuesto sobre la renta como el impuesto al valor agregado, de manera que estos se paguen en el país donde se prestan los servicios, separando la política de espectro de la política fiscal.
Además de las políticas fiscales y de telecomunicaciones, se requiere desplegar una amplia infraestructura para poder cubrir el continente con 5G. José Otero, vicepresidente para América Latina de 5G Americas, destaca que se necesitarán más antenas: estaciones base macro (torres) así como celdas pequeñas (small cells) que necesitarán una serie de frecuencias de espectro que deben estar libre de interferencias.
“Adicionalmente, estas antenas deberán ser conectadas a su vez con redes troncales de alta velocidad, por lo que también se requerirán grandes despliegues de fibra óptica. Esto refleja que el despliegue de 5G necesitará de un esfuerzo conjunto de los sectores público y privado, y enormes inversiones por parte de los operadores de redes”,analizó el especialista.
¿Qué países están mejor preparados para recibir la 5G?
En 2018, la consultora Deloitte, junto con el Centro de Estudios de Telecomunicaciones de América Latina hizo un ranking sobre cuáles son los países latinoamericanos que están más avanzados en la implementación de la 5G.
El reporte de Deloitte considera a Chile como el país más preparado, seguido de Costa Rica, Uruguay, Brasil, México, Argentina, Colombia, Jamaica y Perú. En la investigación para el ranking se evaluaron distintas variables como infraestructura, adopción de tecnologías, regulación, capacidad de innovación, situación política y económica y habilidades educacionales.
¿Cuándo llegaría la 5G a América Latina?
Los especialistas consideran que la 5G podría llegar a la región a partir de 2021 o 2022, pero de manera limitada. Según la GSMA, se prevé que en 2025 habrá 1300 millones de conexiones 5G, pero esto dependerá de que los operadores tengan acceso a un espectro suficiente.
“En América Latina, si bien todavía cabe esperar un crecimiento significativo en las conexiones 4G durante los próximos años, el momento de trabajar para asegurar el espectro para 5G es ahora”, se analiza en el informe que presentó la entidad en noviembre de 2018.
México sería el país que tendría una adopción más rápida de la 5G en México. En este país, podrían haber 18 millones de conexiones (adopción del 14%) para 2025, seguido de Brasil, con 26 millones de conexiones (adopción del 11%), y Perú, con 4 millones de conexiones (adopción del 10%)”, analiza la GSMA en su informe sobre economía móvil en América Latina y el Caribe.