El 28 de junio, la Unión Europea y Mercosur firmaron uno de los tratados de libre comercio más largos del mundo. Con este acuerdo, el Cono Sur y Europa crean un área económica de 780 millones de personas donde actualmente se intercambian 88€ mil millones en bienes y 34€ mil millones en servicios.
Un acuerdo histórico
El Presidente de la Comisión Europea, Jean-Claude Juncker, calificó el acuerdo como histórico y mencionó que este es una fuerte señal sobre la fe de la Unión Europea hacia el comercio basado en reglas.
Mido cuidadosamente mis palabras cuando les digo que este es un momento histórico.
Jean-Claude Juncker, Presidente de la Comisión Europea
Las negociaciones del tratado entre ambos bloques económicos comenzaron hace 20 años, el 28 de junio de 1999. Las pláticas se suspendieron durante un tiempo y se retomaron nuevamente en 2010. En 2016, las negociaciones consiguieron acuerdos significativos respecto a la reducción de aranceles, los cuales han sido históricamente elevados en los países sudamericanos.
El acuerdo de hoy pone más cerca a Europa y Sudamérica con un espíritu de cooperación y apertura.
Cecilia Malmström, Comisionada para el Comercio
La Comisionada para el Comercio, Cecilia Malmström, señaló que el acuerdo acerca a Europa y Sudamérica. La comisionada dijo que el acuerdo ahorrará a las compañías europeas 4€ mil millones en impuestos por año y lo calificó como el mayor acuerdo económico de Europa hasta el momento.
La firma del acuerdo sucede en un momento en que el proteccionismo repunta, creando tensiones en el comercio internacional. El altercado más reciente sucedió con el anuncio de aranceles al vino francés por parte de Estados Unidos como respuesta a los impuestos digitales que el gobierno de Emmanuel Macron aprobó y que afectan a las grandes empresas tecnológicas, la mayoría de ellas estadounidenses.
Metas del acuerdo UE-Mercosur
El nuevo tratado entre la UE y Mercosur busca:
- Remover las barreras que impide a las compañías exportar más, sobre todo a las más pequeñas.
- Fortalecer los derechos de los trabajadores,
- Asegurar la protección ambiental y alentar a las compañías de actuar responsablemente
- Mantener los altos estándares de calidad de los alimentos y proteger la calidad de alimentos y bebidas europeas con denominación de origen.
Entre los países de Mercosur (Argentina, Brasil, Paraguay y Uruguay), el principal atractivo del tratado es la posibilidad de impulsar la transferencia de tecnología, un sector donde estos países se encuentran bastante atrasados. Con el tratado UE-Mercosur, los productos relacionados con tecnologías de la información y la comunicación no tendrán aranceles.
El tratado comercial ha recibido críticas tanto en Europa como en Sudamérica. Los granjeros de España y Francia están preocupados por no poder competir con la producción agrícola y cárnica de Brasil y Argentina. En los países del Mercosur, los críticos señalan la asimetría que existe entre Europa y Sudamérica, por lo que pronostican que serán más las empresas europeas que se instalen en los países de Mercosur que viceversa.
En Brasil, la asociación que representa la industria eléctrica (Abinee) señaló que la abolición de los aranceles en productos electrónicos pondría en jaque la industria tecnológica del país si no se incluyen también los componentes y no solo productos terminados.
El tratado comercial es el primer paso para un acuerdo más amplio entre la Unión Europea y Mercosur que abordará temas como la migración, economía digital, investigación, educación y derechos humanos. También supondrá una alianza entre ambas naciones para luchar contra el terrorismo, lavado dinero y cibercrimen.