Desde el aeropuerto internacional de Guadalajara, la ciudad de Tepatitlán se encuentra a treinta minutos por la carretera 80D que cruza Los Altos de Jalisco (Jalisco Oriental). Después de la señal de salida de Tepatitlán y el peaje de cuatro dólares, detrás de una señal del Rotary Club que saluda a los visitantes, la vista panorámica revela una ciudad que se expande más allá de la línea del horizonte.
Tepatitlán de Morelos —Tepa para los lugareños— es una típica ciudad mexicana. Los españoles se establecieron en Tepa hace casi 500 años y edificaron durante este tiempo siguiendo los ideales arquitectónicos y paisajísticos importados de Europa. Caminando hacia el centro, uno se encuentra con una plaza Real, la grandiosa catedral de San Francisco, un Ayuntamiento rectangular y un mercado de pulgas cercano.
Alrededor de este centro histórico, la ciudad crece rápido. Extremadamente rápido. Tan rápido que los funcionarios de la ciudad presentaron al Congreso de Jalisco la intención de crear el área metropolitana de Tepatitlán de Morelos (junto con los municipios de Arandas, San Miguel del Alto y San Ignacio Cerro Gordo) para anticiparse al rápido desarrollo de la región. La propuesta fue rechazada, pero la ciudad sigue creciendo.
Tepa es una ciudad ganadera por tradición y un importante productor de pollo en el país. Todos los años, en abril, la ciudad organiza una fiesta anual, el Tepabril, donde ganaderos de todo el país se reúnen para mostrar su ganado mejor criado y alimentado. Las vacas de la ciudad producen queso Navarro, que ganó el World Championship Cheese Contest 2018 (mejor queso duro al estilo latinoamericano), y que se puede encontrar en todas las tiendas de todo México.
La ciudad se expande rápidamente, pero su economía necesita diversificarse para crear condiciones favorables para un mayor crecimiento. Dentro de una hora en automóvil desde el centro de Guadalajara, llamado el Silicon Valley de México, un puñado de empresarios tecnológicos dieron el salto y se establecieron en Tepa, apostando por el crecimiento de la ciudad y su necesidad de desarrollar una economía tecnológica en su territorio.
Los sábados, los tepatitlenses van al estadio de fútbol para animar a su equipo, el Club Deportivo de Tepatitlán de Morelos. Los domingos, las calles alrededor del estadio se convierten en un mercado de pulgas, una atracción para los turistas que buscan una auténtica experiencia mexicana. Durante la semana, los técnicos que trabajan para la principal compañía de software de la ciudad, Blue Trail Software, se hacen cargo del área.
Las oficinas de Blue Trail Software en Tepa se encuentran en un edificio a 3 cuadras de los límites oficiales del centro histórico. Sin embargo, su estilo neocolonial te hace sentir justo en el medio. El edificio está limpio, la pintura está fresca y un gran logotipo de neón de la compañía en la fachada del edificio se alza como una bandera de Silicon Valley flotando sobre Tepa.
Un restaurante ocupa la planta baja y Blue Trail los 2 pisos superiores. El primer piso es un amplio espacio abierto. Una magnífica escalera curva dividida ocupa el centro de la habitación. La rampa está bordada en metal, los escalones brillan como el mármol. Esta maravilla arquitectónica está rodeada de muebles modernos cubiertos con computadoras y cables que los cubren.
El restaurante de la planta baja sirve comida china. No hay muchos asiáticos en Tepa, pero sorprendentemente, puedes encontrar una auténtica casa tradicional japonesa en la ciudad. Está en perfecto estado y se ha construido sobre pilotes en lo que parece ser un río seco. La historia de Tepa es rica en influencias culturales. Los franceses invadieron la ciudad en 1864, un evento que los lugareños todavía mencionan hoy para explicar la diferente sangre que corre por sus venas.
El cofundador de Blue Trail también es francés, aunque se estableció en los Estados Unidos hace años. Fundó Blue Trail en San Francisco, CA, y rápidamente abrió una oficina en México para contratar desarrolladores de software más asequibles. Cofundó la compañía con su esposa, nacida en Yahualica de González Gallo, un pintoresco pueblo no lejos de Tepa.
Para una empresa de software, contratar empleados en un área rural parecía bastante complicado. No era. Blue Trail enfrentó algunos desafíos, pero la compañía diseñó una estrategia alineada con su entorno económico y funcionó. La mayoría de los empleados provienen de otras ciudades, a veces otros estados de México, para trabajar para Blue Trail. Una vez, los padres de un empleado vinieron de otro estado para visitar. Disfrutaron tanto de Tepa que … se mudaron allí permanentemente.
La pregunta que aquí es la siguiente: ¿A esos empleados les encanta trabajar en Blue Trail o vivir Tepa?
Durante la década de 1950, debido a que es uno de los puntos más altos de Los Altos de Jalisco, la ciudad se convirtió en un importante transmisor de transmisiones de radio. Eso no convirtió a la ciudad en un centro tecnológico, pero la hizo extremadamente bien conectada con el resto del país.
Para aquellos que no conocen la geografía mexicana, Guadalajara está muy cerca de la famosa ciudad de Tequila (tan cerca que se puede ver claramente el volcán Tequila desde las cimas de Guadalajara). El alcohol mexicano se produce en todo el estado de Jalisco. Muchos tequileras operan alrededor de Tepa, incluido el famoso San Matías, el Château-Lafite de Tequilas.
En comparación con Guadalajara, vivir en Tepa es más barato, el tráfico es más ligero, la gente es agradable y relajada, y las mujeres de Los Altos tienen la reputación nacional de estar entre las más bellas de México.
Subiendo la escalera curva dividida de Blue Trail, llegamos a la azotea, que fue completamente renovada en una zona de descanso, con hamacas, parrillas para barbacoa, sombrillas grandes, sofás exteriores y, finalmente, música y cerveza a todo volumen los viernes por la noche. También hay una vista panorámica del horizonte de la ciudad, una excelente oportunidad para mezclarse con los empleados durante la puesta de sol.
Los más jóvenes son pasantes que siguen el programa intensivo de Blue Trail para convertirse en los mejores desarrolladores. Son entrenados por los niños mayores de la compañía, aquellos que también comenzaron en Blue Trail y se quedaron durante el desarrollo de la compañía. Como cualquier empresa de tecnología, Blue Trail se enfrenta al desafío de reclutar y retener a los mejores talentos. Áreas como Tepa tienen un poder de educación tecnológica limitado (la Universidad de Guadalajara tiene una sucursal allí), a pesar de que su nueva generación (los millennials representados) adora la tecnología. Blue Trail lo sintió, y su programa de capacitación ahora se convirtió en la fuente de la eterna juventud de la compañía.
Hay una historia misteriosa sobre Tepa, las Leyendas de Tepatitlán: se dice que existe un pueblo iluminado y encantado con un lago en el fondo de la ciudad. Un día, un niño cayó en una grieta y encontró este lugar mágico. Después de cinco años, encontró una salida, y cuando finalmente regresó con su familia, descubrió que todos menos él habían envejecido en cinco años.
¿Esta grieta estaría oculta debajo de un edificio en Tepa que tiene una escalera curva dividida en sus pisos superiores? Quizás no, pero las historias de Blue Trail y Tepa están definitivamente entrelazadas.