Uber vs. Colombia: en defensa del mercado de ridesharing

Colombia es el primer país de Latinoamérica que saca a Uber de la competencia por el ridesharing.

El año empezó mal para Uber en Colombia. En un comunicado de prensa, la compañía anunció en la primera hora del primero de febrero, dejaría de operar en el país en cumplimiento al fallo de la Superintendencia de Industria y Comercio (SIC) del 20 de diciembre de 2019.

La salida de Uber de Colombia es un caso único en Latinoamérica. Si bien la compañía mantiene conflictos legales en otros países latinoamericanos como Argentina y Chile, en esta ocasión es la primera vez que un servicio de transportes es expulsado de un país de la región. 

Colombia es el primer país del continente en cerrarle las puertas a la tecnología.

Uber en comunicado de prensa

Las batallas en el ridesharing

Desde sus comienzos, los servicios de transporte compartido por app han tenido que lidiar con los reguladores de todo el mundo, con resultados varipintos para las compañías. Algunos de los conflictos que Uber ha tenido son los siguientes:

  • Después de protestas masivas por parte de los operadores de taxis de Bulgaria, Uber tuvo que salir del país, donde tenía alrededor de 40 mil usuarios. Las autoridades tributarias y de transportes del país le impusieron una multa de 50 mil euros, mientras que una nueva legislación requirió que las compañías de transporte tuvieran conductores calificados con contratos formales. 
  • En mayo de 2016, Uber y Lyft tuvieron que salir de Austin, Texas, cuando los votantes de la ciudad rechazaron que los servicios de ridesharing se autoregularan, en lugar de exigirles revisiones basadas en huellas digitales. Esta situación permitió que en la ciudad surgiera una aplicación local llamada RideAustin, pero Uber y Lyft volvieron un año después. El gobernador republicano Gregg Abbott firmó una ley que le daba al estado la regulación de los servicios de transporte, anteriormente dominio de los gobiernos locales.
  • En julio de 2016, el gobierno nacionalista de Hungría pasó una ley en que permitía bloquear los servicios de aplicaciones de Internet, lo que afectó a Uber después de numerosas protestas en su contra por parte de los taxistas.
  • En marzo de 2017, Uber tuvo que salir de Dinamarca. Las nuevas regulaciones del país exigieron a la compañía incluir taxímetros sensores de asientos en los vehículos. Además, la compañía fue acusada de ayudar a sus conductores a saltarse la regulaciones nacionales.
  • Desde mayo de 2017, Italia es el único país en el que opera Uber sin una opción de bajo costo, debido a que la corte italiana determinó que solo podían operar en el país conductores con licencia. Por este motivo, solo el servicio de Uber Black está disponible.
  • Como compañía, Uber está acostumbrado a los reveces. Sin embargo, el caso de Colombia es el primero en Latinoamérica. Con dos millones de usuarios y 88 mil socios conductores en el país, Uber querrá recuperar el cuarto mercado más grande de la región cueste lo que cueste.

Una historia de conflictos en Colombia

La salida de Uber de Colombia es el desenlace de casi un lustro de conflictos en el país. Desde septiembre de 2015, el gremio de taxistas salió a protestar por la falta de regulación en el servicio, llegando incluso a la violencia física contra conductores y usuarios de la aplicación.

Uber anunció su salida de Colombia.

Sin embargo, a penas el año pasado las cosas acabaron mal en los tribunales para Uber. En agosto de 2019, la compañía fue multada con más de $600 mil dólares por obstruir una visita regulatoria en 2017. Esto provocó que Uber desistiera en invertir 40 millones de dólares en un centro de soporte y servicio en Colombia, ante la incertidumbre regulatoria.

En ese momento, el gerente general de Uber Colombia Nicolás Pardo mencionó queÑ 

“Tras 6 años de buscar vías de diálogo y en ausencia de una hoja de ruta para avanzar en estabilidad regulatoria y seguridad jurídica, lamentamos tener que reubicar el destino de esta inversión”.

Finalmente, en diciembre de 2019 la SIC ordenó que la compañía dejara de operar por competir deslealmente.

Uber calcula pérdidas de $250 millones de dólares por el cese de operaciones en el país. Por el momento, el plan de Uber es llevar el caso a las cortes internacionales. Por un lado, su salida puede considerarse una violación al Tratado de Libre Comercio con Estados Unidos. La compañía también calificó la decisión de las autoridades colombianas como un acto de censura que infringe la Convención Americana sobre Derechos Humanos. George Gordon, ejecutivo de Uber, comentó que están considerando esta y otras salidas legales.

La mayor preocupación de Uber es que, mientras ellos salen del mercado, competidores como Didi o Cabify se quedan en el país, quienes podrán aprovechar la salida de su principal competidor para aumentar su participación en el mercado.

En Davos, el presidente de Colombia, Ivan Duque, aseguró que las compañías tecnológicas son bienvenidas en Colombia, siempre y cuando jueguen bajo las mismas reglas que los demás competidores.

Para algunos miembros de partidos de oposición, la decisión de la Superintendencia busca ganarse al gremio de taxistas, luego de las protestas que hubo contra la presidencia de Duque el año pasado. La Superintendencia es elegida directamente por el presidente.

Expansión de Uber en Latinoamérica empieza con el pie izquierdo

Tan solo en agosto de 2019, el CEO de Uber Dara Khosrowshahi anunciaba en la CNBC News sus intensiones de expandirse en Latinoamérica, después de un desastroso Q2 donde se registraron pérdidas de 5 mil millones.

Para Khosrowshahi, la región es prometedora gracias al crecimiento de su Producto Interno Bruto, que va de la mano con el crecimiento de sus ciudades. 

Frente al optimismo de Khosrowshahi, se impone una realidad más cruda: el mercado de las app de transporte compartido está muy fragmentado en la Latinoamérica. Expandirse en Latinoamérica no será tan fácil si Uber se empeña en saltarse las reglas, como lo ha hecho en otros paralelos y meridianos.