Cómo resolver los conflictos en el espacio de trabajo

Los conflictos no se pueden evitar, pero existen estrategias que las empresas puede implementar para resolverlos con un final feliz para las partes en pugna

En todas las relaciones humanas, el conflicto es inevitable.Ya sea entre naciones, familia, vecinos o compañeros de trabajo, las diferencias entre las personas provocarán, en algún momento, malentendidos. Hasta en la startup más relajada surgen problemas entre colegas e, incluso si trabajas de manera remota, puedes llegar a tener roces con tus colaboradores.

Los conflictos no se pueden evitar, pero existen estrategias que las empresas puede implementar para resolverlos con un final feliz para las partes en pugna. O al menos para que el ambiente en la oficina no se vuelva tan tenso que se pueda cortar con una cuchilla. Las mayoría de las personas pasan más tiempo con sus compañeros de trabajo que con su familia. Por ello, vale la pena buscar alternativas para estar en buenos términos con ellos.

Conflicto en el espacio de trabajo

El espacio de trabajo es un lugar estresante, competitivo y, en ocasiones, asfixiante. Esta combinación es el caldo de cultivo ideal para las discusiones bizantinas, las luchas de ego y luchas de poder. Al entrar en este ecosistema tan salvaje, uno no puede hacer uso de las mismas estrategias de supervivencia que utiliza para resolver conflictos con la familia o con los amigos. Con las personas más cercanas puede simplemente evitarlas unos días y esperar a que los ánimos se bajen con el tiempo. Sin embargo, a los compañeros de trabajo tienes que verlos a diario. Y no solo eso, también debes colaborar, comunicarte y sentarte junto a ellos por al menos ocho horas.

Las peleas en el espacio de trabajo pueden ser de la más diversa índole, pero ya sea porque José Luis se robó tu sándwich o porque Enriqueta nunca te dice “por favor” cuando te pide realizar una tarea urgente, hay unas reglas básicas que te pueden permitir llevar la fiesta en paz, en la opinión de Caitlin Flynn de Bustle.

Qué hacer para resolver un conflicto

No chismorrees. José Luis nunca lava los trastes del comedor, y sus chistes suelen ser de mal gusto. Estas características desagradables se amplifican después de tener una pelea con él. Quizá sientas la tentación de exhibirlo en la oficina, pero lo mejor es pensar en esa opción dos veces, porque en un giro irónico, quizá seas tú el que acabe con una mala imagen en la oficina. Hablar mal de las personas a sus espaldas te hace ver poco profesional.

Si tienes la necesidad de soltar toda tu frustración, espera llegar a casa para desahogarte con alguien que no trabaja en la oficina, como podría ser un amigo o con un familiar.

Resuelve el conflicto lo antes posible. Si te fastidia que Enriqueta no te diga nunca los buenos días o que pida las cosas de mala gana siempre, lo mejor es hablarlo antes de que esos pequeños detalles se conviertan en un gran problema en medio de una junta con un cliente. En un primer momento, puede parecer una buena idea simplemente ignorar la situación por un tiempo, pero eso puede tomar un efecto de bola de nieve, causando que un pequeño detalle se convierta en un gran problema.

Discute el problema cara a cara. Sí, probablemente no quieres verle la jeta a José Luis, pero para llevar la fiesta en paz, lo mejor es que lo hablen en persona. Los mensajes y los mails son solo una buena opción si no quieres resolver el malentendido. Las personas pueden interpretar de manera distinta el tono de voz, y seguramente lo harán si se encuentran en la defensiva. En cambio, cara a cara uno puede amenizar la situación solo con un gesto.

Quizá esta no es una opción viable para los equipos remotos. Si tuviste un malentendido con Vladimir de Vladivostok, no será sencillo concertar una cita. En estas situaciones, una videollamada a través de Skype, Zoom o Hangout puede ser la mejor alternativa.

Pero si eres old-fashioned e insistes en discutir los problemas por correo, procura ser lo más claro posible y no des por sentado que tu mensaje será entendido por todo el mundo, y mucho menos de la manera en que quieres que sea entendido. Por ello, que no se te olvide preguntar si todo está claro e invita a los demás a hacer preguntas.

Intenta encontrar un punto en común. Quizá Enriqueta y tú son como el agua y el aceite: tú siempre llevas colores pasteles, mientras que ella considera que cualquier combinación diferente al negro con el negro es de mal gusto; tú te concentras con una balada pop, mientras que ella no puede trabajar si no escucha a Rammstein a todo volumen. Pero no importa qué tan diferente sean, trabajan juntas y solo por eso, tienen uno o dos puntos en común. Frases como “yo también quiero que este proyecto funcione” o “ambas estamos comprometidas en la misión de la empresa” pueden funcionar para recordar que comparten el espacio de trabajo y, de esta manera, haya voluntad de resolver el conflicto.

Mantén una mente abierta y escucha. Resolver conflictos no es hacer que la otra persona esté de acuerdo en todo lo que dices y piensa. La resolución de conflictos es un estira y afloja donde cada uno de los participantes debe estar dispuesto a escuchar la opinión del otro. Enriqueta puede comprometerse a pedir las cosas de manera más amable, pero no te va a saludar siempre porque está muy concentrada en su trabajo.

Mantén la calma cuando tengas la palabra. Los ánimos pueden calentarse si alzas la voz. No solamente eso, también puedes ganarte la fama de “difícil” en el trabajo, lo que puede afectar las relaciones que mantengas con otros colegas.

Reconoce cuándo debes pedir ayuda a una tercera persona. Por regla general, en el espacio de trabajo ya eres un adulto y los conflictos se pueden resolver como adultos sin necesidad de un mediador. Sin embargo, si el conflicto laboral surgió por un acto de discriminación o por acoso sexual, probablemente sea una buena idea comentar el problema con un superior o con el área de Recursos Humanos, para que encuentre una manera de manejar la situación.

Aprende tanto del conflicto como de la resolución. Una vez solucionado un conflicto, no significa que no volverás a tener otro conflicto con un compañero de trabajo. Es importante realizar un trabajo de reflexión para entended qué causó el problema y de esta manera, evitar que vuelva a suceder algo similar. Y si llega a suceder, saber qué estrategias son más efectivas para resolverlo.