En Estados Unidos, la red social Tik Tok ha recibido un ultimátum. El presidente de Estados Unidos Donald Trump aseveró que, en caso de que una compañía norteamericana no comprara la compañía, la aplicación será prohibida en Estados Unidos.
La bravuconada de Trump se parece a las medidas tomadas el año pasado contra Huawei, una decisión que afectó las ventas internacionales de la más grande compañía de tecnología china, pero que no detuvo su expansión global. De hecho, Huawei ha mantenido un crecimiento constante en Latinoamérica. Mientras que en Europa, la compañía ha mantenido contratos para comenzar con el despliegue de la tecnología 5G, aunque en Reino Unido y en Francia han sido cautelosos.
China genera suspicacias en Occidente
Que las compañías de tecnología chinas representen un riesgo para la seguridad nacional suena más a un relato paranoico que a un peligro real. Hasta ahora, nadie ha podido probar que Huawei o Tik Tok permitan al gobierno chino husmear entre sus datos. No hay nada que se parezca a las filtraciones de Edward Snowden sobre cómo la Agencia de Seguridad Nacional (NSA) espiaba a los estadounidenses comunes. No existe una prueba sobre un manejo irresponsable de datos privados, como sucedió en el caso de Facebook y Cambridge Analytica. Ni siquiera hay indicios que el gobierno chino o cualquier otro gobierno utilicen a sus empresas tecnológicas para influir en las elecciones de Estados Unidos, promoviendo contenidos políticos favorables para cierto candidato.
Sin embargo, los miedos de que desde Tik Tok se pueda filtrar información delicada a los servicios de inteligencia de China no son del todo exagerados. Las agencias de seguridad de Estados Unidos lo saben muy bien porque ellas mismas han utilizado a estas compañías para monitorear tanto a activistas dentro de su población, como a gobiernos extranjeros. Hace cinco años presionaron a Apple para que facilitara desbloquear un iPhone a través de una backdoor. Y a pesar de que la compañía de tecnología se negó a colaborar, lograron desbloquear el dispositivo gracias a tecnología criptográfica israelí.
Gente grabándose bailando ¿un peligro de seguridad nacional?
Una institución como el Ejército norteamericano sabe qué tan peligrosa puede ser una aplicación. Por ello, ha prohibido a los conscriptos tener Tik Tok instalada en sus celulares. Uno nunca sabe cómo una nación entera podría ponerse en riesgo por una aplicación donde la gente comparte coreografías ridículas.
Hasta el momento, no ha importado si el gobierno en turno sea demócrata o republicano. Ambos partidos políticos de Estados Unidos siempre han estado de acuerdo en mantener una vigilancia minuciosa sobre su población y sobre otras naciones a través de la tecnología. A su vez, ambos partidos siempre han denunciado a cualquier dictadura islámica o comunista que se atreva a hacer lo mismo. Por ello, Tik Tok es un peligro mientras lo controle una empresa extranjera, aunque sus servidores se encuentren en Estados Unidos. Si lo compra una empresa norteamericana, solo será una herramienta más de vigilancia para el gobierno.
El quid del asunto podría no ser de seguridad nacional, sino de supremacía económica. Anteriormente ya observamos una aplicación no estadounidense con un crecimiento meteórico que fue prohibida al poco tiempo: Saraha. Saraha empezó como una web app creada por el desarrollador saudí Zain-Alabdin Twafiq. Twafiq pagó para desarrollar la versión para mobile de la web app, que se convirtió en poco tiempo en una de las apps más descargadas de la Play Store y de la App Store. Sin embargo, bajo el argumento de que la aplicación promovía el bullying y ponía los datos de los usuarios en riesgo, esta fue removida de la tienda.
El problema del bullying no es exclusiva de una aplicación como Saraha, pero estas no son retiradas de la Play Store. Pareciera que al no ser una compañía estadounidense, ni tener capital norteamericano, no hubo forma que la app lograra permanecer en el mercado.
Los giros irónicos del drama de Tik Tok
El posible veto a Tik Tok es solo una batalla más en la guerra comercial entre Estados Unidos y China. China mantiene un estricto control sobre las aplicaciones que pueden ser distribuidas en su territorio. De hecho, Tik Tok está prohibido en China. En su lugar, ByteDance (la compañía madre de Tik Tok dirigida por Zhang Yiming) tiene Douyin, una app gemela, pero con servidores en el país y que sigue la reglamentación del gobierno chino.
Tik Tok comenzó como una empresa norteamericana adquirida por una compañía China.
Ahora podría acabar como una compañía china forzada a ser adquirida por una compañía norteamericana.